Evolución de mi actividad como docente


Después de más de veinte años de trabajo en esto de dar clase y enseñar creo poder decir que he sacado algunas conclusiones que me gustaría compartir con todos los que leen este espacio. Lo primero que me sorprende es que una parte importante de estas reflexiones son fruto de los últimos tiempos frente a una actividad que se había mantenido más o menos estática a lo largo de muchos años. Es ahora, a partir de reciente incorporación a esto del mundo 2.0, cuando he comenzado a reflexionar sobre mi actividad en el aula y también a cambiar radicalmente mi forma de trabajar y mi forma de plantear mi papel en el proceso de aprendizaje de mis alumnos.

Mi inmersión en la aplicación de la tecnología a mi trabajo comenzó desde mis primeras clases: ya en el año 1989 disponía de mi primer ordenador con el que comencé a digitalizar mis apuntes y mis exámenes, llevaba el control de faltas de mis clases con un programita elaborado por mí en DBaseIII y también lo usaba para jugar en mis ratos de ocio. En esta etapa la tecnología representaba para mí una forma de agilizar mi trabajo pero no tuvo ninguna repercusión real en mi forma de dar clase.

El siguiente paso fue el uso de internet. Este me permitió llegar a tiendas on-line antes imposibles de alcanzar, pude contactar con amigos y compañeros lejanos espacialmente o conocer nueva gente por medio de los servicios de mensajería instantanea y los chat. En este punto sí que comencé a aplicar la tecnología en el aula al permitir a mis alumnos contactar conmigo por medio de estos tipos de mensajes o por correo electrónico. A pesar de este pequeño cambio mi trabajo en el aula continuó siendo igual basado en la transmisión de unos conocimientos y en la resolución de los problemas que los alumnos me planteaban. He de reconocer que siempre fue mi intención en clase la de organizar y orientar el trabajo de mis alumnos más que la transmisión directa de conocimientos pero también es cierto que al final del proceso la evaluación cuantitativa imponía su tiranía y tenía que acabar exigiendo unos contenidos mínimos mediante unos instrumentos de evaluación bastante estandarizados, los exámenes de siempre. Para un profesor de latín y griego esta faceta es más fácil ya que la traducción de textos representa un sistema estupendo para trabajar por proyectos basados en las competencias de los alumnos adquiridas por medio de las actividades desarrolladas en el aula (aunque esto es algo que comprendí bastante tiempo después).

Después llegaron los medios audiovisuales y pude usar un portátil. Esto si supuso ya una diferencia evidente en los contenidos trabajados en el aula tanto en la forma como en el fondo. El gran paso fue el dejar de depender de un libro de texto de referencia para poder comenzar a usar materiales propios o los generados por otros a los que tenía acceso desde la red. Este proceso representó un paso importante en el modo de desarrollar las clases pero el proceso siguió siendo básicamente el mismo.

La gran revolución en mi trabajo ha supuesto la utilización en el aula de mi tablet pc conectado al cañón de clase y con conexión directa a internet. A continuación conseguí que mis alumnos pudieran disponer de su propio equipo en el aula para algunas clases y ya el cambio fue imparable. En los últimos cuatro años la evolución ha sido constante y he ido incorporando instrumentos y herramientas nuevas casi a diario.

Apareció en mi camino moodle y comencé a adaptar mis clases a su utilización: esto representaba permitir a los alumnos mucha mayor autonomía a la hora de organizar su trabajo. Yo preparaba los contenidos en función de los objetivos programados y los presentaba en la página para que ellos los seleccionaran y los trabajaran según sus propias necesidades e intereses. Mi papel en el aula pasó a ser el de organizador del trabajo y asesor en cuestiones de conexiones a internet o el de mostrar los caminos para llegar a obtener las respuestas que los alumnos demandaban.

Cuando ahora entro en el aula controlo la asistencia con mi ipad gracias a la aplicación idoceo, las faltas las paso en el tablet o en el propio ipad a plumier XXI. Los alumnos trabajan en el aula en moodle los contenidos que yo les he seleccionado previamente, realizan los cuestionarios o acceden a actividades de otras páginas mientras yo registro su trabajo en mi «ficha» personal y en una actividad off-line en moodle. Si el centro no tiene conexión a internet yo puedo usar la mía para cualquier explicación o aclaración que se plantee sobre el trabajo en el aula. Si tengo que usar cualquier archivo lo descargo desde mi drobox (allí tengo hasta los libros de texto digitalizados) o los imprimo directamente en la impresora en red de la sala de profesores conectada a mi portátil. Los alumnos pueden relacionarse directamente entre ellos y conmigo por medio de whasapp en su grupo creado para clase y siempre que sea para cuestiones de trabajo, también algunos disponen de twitter para interrelacionarse. El correo electrónico me permite tener información instantánea sobre las actividades que realizan los alumnos y también lo que me llega de todo tipo de informaciones (si algo me interesa mucho me lo envío a evernote para consultarlo después tranquilamente en casa). Si el trabajo en el aula me lo permite uso ese tiempo en buscar contenidos y actividades que puedan ser utilizados por mis alumnos en el aula, procuro contactar con los autores de dichos contenidos y establezco colaboraciones con ellos para complementar nuestros trabajos. Por supuesto utilizo las redes sociales para encontrar contenidos, difundir los que produzco y contactar con la gente que me interesa y a los que les puede interesar mi trabajo.

Algo he aprendido de todo este proceso: la tecnología no sirve para nada si no va apoyada en una reflexión profunda sobre el modo de trabajar en el aula que nos lleve a un cambio radical en nuestra metodología. Este cambio debe partir de la definición de nuestro papel como docentes consistente en ser conductores de procesos, selectores de procedimientos, animadores de trabajo tanto individual como colectivo y coevaluadores de todo el mecanismo. Este cambio ha sido posible gracias a la tecnología no como uso directo en el aula sino a partir de la aplicación de muchas de esas herramientas en mi vida cotidiana como medio facilitador de mi trabajo como profesor. A partir de ese uso ha sido cuando he podido sacar verdadero rendimiento de todos esos instrumentos en el aula.

No soy un defensor de la utilización de las TIC en el aula por simple moda. Siempre aconsejo a mis compañeros que usen una herramienta si esta les va a facilitar su trabajo personal en lugar de complicarlo teniendo que aprender nuevos procesos que suponen mucho más esfuerzo que hacer las cosas como siempre: yo siempre lo hago así. El paso de simple usuario de tecnología a su aplicación en el aula debe implicar una reflexión de nuestro papel como docentes y para ello siempre viene muy bien estar al tanto de lo que se va escribiendo y diciendo por ahí. Para mí es muy importante la recopilación de contenidos que realizo en este blog o por medio de scoop.it ya que me permite conocer muchas cosas pero, sobre todo, reflexiones sobre lo que es la enseñanza y lo que debería ser.

Este proceso es un punto sin retorno que nos llevará a dejar de ser docentes del siglo XX trabajando métodos del siglo XIX para alumnos que necesitan aprender en el siglo XXI. Mis reflexiones parten del trabajo de gente como Jordi Adell o muchos otros a los que leo, sigo y escucho cada vez que me llega algo suyo a mis manos, ellos pueden explicar mucho mejor que yo todos esos procesos.

Ver vídeo sobre ALFIN

 

Usando Scoop.it


Una de las últimas herramientas que se han incorporado a mi actividad ha sido scoop.it para la recopilación y análisis de información. Hace tiempo que son muchos los enlaces que recibo y analizo de gran cantidad de blogs a los que sigo y de la información que va apareciendo en la red sobre los temas que me interesan. Hasta ahora he manejado toda esa información mediante alertas de correo y siguiendo esos blogs. En ambos casos acababan saturando mi correo hasta el punto de que cuando regresé de unos días de vacaciones acumulaba más de 1000 correos en mis cuentas.

Esta situación se produce porque tengo la manía de revisar todo lo que pasa por mis manos, nunca retwiteo un enlace o lo publicito en mi blog si no lo he leído previamente y me ha interesado lo suficiente hasta creer puede interesar a otros compañeros. Había visto desde hace bastante la herramienta scoop.it aunque no me animaba a usarla porque me parecía algo complicada.

Uno de los puntos en contra es que está en inglés y eso me suele echar siempre para atrás. Finalmente, después de revisar con detenimiento los espacios creados por Bibliotecas Escolares Argentinas así como algunos otros espacios similares y tras detectar la cantidad de movimiento en la red que genera, me lancé a crear una cuenta y a intentar entender su funcionamiento.

En realidad es bastante sencillo en su uso: creas una cuenta y puedes formar distintos temas: se trata de establecer unos criterios de búsqueda a través de unas palabras clave que seleccionarán los contenidos que incluyen dichas palabras. Así puedes revisar tranquilamente los contenidos seleccionados cuando tienes un rato libre y así marcar lo que verdaderamente te interesa. De cada tema se crea una web en la que aparecen automáticamente tus enlaces seleccionados en un formato de ventanas bastante atractivo y visual desde las que se acceden directamente a los contenidos. Estas ventanas puedes después reorganizarlas, señalar favoritos o introducir entradas sobre el contenido.

Otra de las grandes ventajas de su uso es que puedes instalarlo como aplicación en chrome y como bookmarklet. Esta opción permite enviar directamente desde el propio navegador la dirección que estés viendo en ese momento a tu página de scoop.it y puedes usarlo como un recopilador de contenidos interesantes personalmente y para compartir con tus lectores.

Pero la gran ventaja de scoop.it es su conectividad con todas las redes sociales. Puedes configurar tu cuenta para estar conectado con facebook, twitter, tumblr, linkedin y wordpress de modo que cada vez que señalas un enlace para tu página de scoop.it automáticamente te permite seleccionar si quieres publicitarla en cualquiera de tus cuentas. Especialmente interesante es la posibilidad de crear tu propia entrada en tu blog desde el contenido de scoop.it tal y como yo ya he realizado en alguna ocasión o como aparece en el blog de Bibliotecas Escolares Argentinas.

En definitiva, un seleccionador de contenidos que te interesan que te genera un espacio web en el que tenerlos recopilados así como la posibilidad de enlazarlos en tus redes sociales y también poder usarlo como apliación en tu navegador para guardar páginas interesantes. Una herramienta muy interesante por lo sencilla, útil y visual. Estupenda como herramienta para la alfabetización informacional y con muchas utilidades para usar en clase.

Os dejo enlace a esta entrada que creo complementa perfectamente lo que he intentado exponer con un tutorial bastante sencillo sobre cómo fuciona scoop.it. En marcha con las tic.

El día que me echaron de la biblioteca


En estos días se cumplen cuatro años desde que fui expulsado de la gestión de la biblioteca escolar de mi centro. La directora de entonces consideró que su cargo implicaba algo más que la organización más eficiente para los recursos de un centro educativo y pensó que un colectivo como este se puede «gobernar» en lugar de organizar teniendo en cuenta como prioridad los derechos de los alumnos y los profesores a aprender y enseñar en las mejores condiciones posibles.

Si recuerdo este episodio ahora es para que sirva como ejemplo sobre la importancia que tiene para el buen funcionamiento de un centro la implicación (más que la colaboración) de un equipo directivo. Eso y la necesidad de entender que organizar el trabajo de otros significa algo más que mandar y tomar decisiones, se trata de saber elegir a las personas más capacitadas y preparadas y delegar en éstas las funciones.

La dirección en ese momento no entendió el concepto de una biblioteca escolar como CREA, para ellos la biblioteca era sólo un espacio en el que guardar libros, y alumnos. No entendían lo que se proponía de coordinación en la adquisición de materiales, de invertir en fondos documentales, de diversificar el acceso a la información y de actuar en la alfabetización informacional. No entendían la importancia de adecuar el mobiliario a las utilidades de la biblioteca. En definitiva, no entendían el concepto de biblioteca escolar que se defiende hoy en día y además no confiaban en el trabajo y la preparación de los que estábamos proponiendo ese concepto de biblioteca porque estábamos formados. El sistema les permitió imponer su criterio sobre la lógica y la formación.

Nuestra biblioteca escolar había logrado juntar a un equipo de colaboradores que organizaron los fondos, los modernizaron y los hicieron accesibles a toda la comunidad educativa. Se desarrolló un plan general de gestión y uso de la biblioteca que incluía un procedimiento de adquisición de documentos coordinado por el responsable de la biblioteca para todo el centro. Se logró una modernización de fondos y se adquirieron equipos informáticos nuevos para ponerlos a disposición de alumnos y profesores. Se hizo accesible a toda la comunidad educativa la prensa diaria y diversas revistas temáticas. Se creó un grupo de alumnos colaboradores que se implicaban en la organización de actividades y recursos. Se fomentó la lectura alcanzando niveles de préstamos de más de 200 semanales. Se pusieron a disposición del alumnado casi cien puestos de trabajo y de lectura para clases y para recreos. La biblioteca desarrolló un plan de actividades que pretendía traer escritores y se organizaron algunas ferias del libro en la que la colaboración con libreros y distribuidores permitió poner al alcance de los alumnos gran cantidad de material accesible a sus bolsillos y atractivo a sus intereses.

Para llegar a todo eso tuvimos que leer mucha documentación, hacer cursos de formación y, sobre todo, estar al tanto de todo lo que se iba publicando sobre bibliotecas gracias a la ayuda que nos aportaba manejar la información desde espacios como este blog que es el resultado de todo aquel trabajo.

Durante los años que trabajamos en la biblioteca se realizaron varios rincones temáticos de lecturas, se llevó una web informativa de las actividades, se creó un club de lectores con el soporte de un blog, se formó un grupo de alumnos y profesores para participar en el concurso de periodismo de El País. La señalización de la biblioteca se adaptó a las normas generales de la CDU y se puso el OPAC disponible en la web. Se crearon unas normas de uso de la biblioteca y diferentes guías de lecturas. Se estaban poniendo en marcha unas maletas de lecturas para usar en guardias y en horas como atención educativa. Se comenzó a trabajar en el tema de las bibliotecas de aula y de bibliotecas de departamentos.

Uno de los objetivos básicos del equipo fue el de iniciar la migración desde el papel a lo digital y se comenzó a invertir en equipos informáticos y audiovisuales. En definitiva, se pasó de una sala cerrada y llena de polvo a la que los alumnos iban cuando estaban castigados a un lugar de lectura y ocio disponible para alumnos, profesores, ex-alumnos, padres y demás.

Cuando se produjo esa circunstancia la biblioteca proyectaba extender su colaboración a la biblioteca municipal y al ayuntamiento de la localidad para conseguir abrir el centro en horario de tarde. Se iba a presentar un proyecto sobre ALFIN en el que se pretendía integrar a toda la comunidad educativa para trabajar por competencias desde todos los niveles.

El final de ese curso supuso la dimisión del equipo directivo ante el error cometido pero no supuso un triunfo personal sino el fracaso para todos los usuarios que dejaron de recibir esos servicios a partir de entonces y mi fracaso personal después de muchos años dedicados a algo que había terminado sin completarse.

El año siguiente un nuevo equipo decidió continuar el camino del anterior y la organización de la biblioteca se basó en ser lugar de reposo de libros y alumnos (unos y otros más inertes que dinámicos, la verdad). Se decidió que la gestión de la biblioteca fuera llevada por personas que no tenían la formación necesaria para llevar adelante el proyecto de los años anteriores y sin tener en cuenta el trabajo desarrollado ya. Cada vez que paso por la puerta de la biblioteca se me eriza la piel al ver lo que podría ser y lo que es y entonces recuerdo la máxima de que esto de las bibliotecas escolares no puede ser la batalla de unos pocos sino la guerra conjunta y al unísono de padres, alumnos, profesores, equipos directivos y de apoyo institucional. Estos días lo recuerdo especialmente cuando veo las experiencias de centros en Chile y Argentina, así como en otros muchos lugares de América. Veo que en estos lugares los proyectos parten de un programa nacional en el que se apoya el concepto de biblioteca como motor principal del desarrollo de los centros educativos de todos los niveles. Veo esos proyectos y echo de menos un esfuerzo similar en nuestro país en el que cada comunidad hace la guerra por su cuenta, en el que se permite que los intereses personales de un responsable queden por encima de los derechos de la comunidad educativa.

Esa expulsión supuso para mí tener tiempo para dedicarme a otras cosas, como la creación de este blog. Ahora no soy responsable de ninguna biblioteca escolar pero sigo más en contacto que nunca con este mundo de la lectura y de la formación que me apasiona. Por eso no es una coincidencia que en este espacio se hable de bibliotecas y de enseñanza, porque son dos caras de la misma moneda y se complementan a la perfección.  Ojalá algún día veamos ese proyecto impulsado también en España, será el signo de que la educación importa a nuestros gobernantes y de que nos preocupa el futuro de nuestros jóvenes.

Yo ahora voy a preparar algunos enlaces con actividades de ortografía para que mis alumnos los lleven adelante en la clase de mañana, quizás dé la clase en la biblioteca del centro y así pueda aprovecharla mejor porque no me dejan organizarla pero, al menos, sí puedo usarla como espacio de enseñanza-aprendizaje.

El incio de un nuevo curso


Somos muchos los que en estos días iniciamos la andadura de un nuevo curso escolar con más o menos ilusión. Entre las muchas labores que llevamos realizando en estos días está la organización y planificación de todo el trabajo que tendremos que hacer en los próximos meses.

Son días de elaboración de programaciones, de preparación de pruebas iniciales o de diarios y fichas de seguimiento de los alumnos. Se trata de unos momentos muy importantes ya que de una buena planificación inicial puede depender el funcionamiento de nuestras clases y un mejor aprovechamiento por parte de los alumnos.

En los últimos años todos estos procesos han ido cambiando mucho desde la aparición de los ordenadores y la digitalización de los documentos. Se ha pasado del profesor de la libreta de notas y el libro de texto a que todo el mundo tenga su portátil con el que llevar faltas, fichas de alumnos y realizar programaciones. Para muchos profesores es algo habitual preparar una parte importante de su trabajo con contenidos que se obtienen de enciclopedias digitales o de vídeos en la red. Existen multitud de blogs y páginas de compañeros que ponen a nuestro alcance de modo muy fácil gran cantidad de contenidos con los que enriquecemos nuestra labor cotidiana.

Son muchos los recursos existentes a nuestra disposición y en esta entrada pretendo mostrar algunos de ellos para tenerlos disponibles. No se trata de una guía exhaustiva de materiales sino una descripción de algunos de los que yo uso en mi trabajo diario.

Dropbox. Sistema de almacenamiento de información en la red. Es ideal para no tener que ir dependiendo de un dispositivo de memoria ya que puedes acceder a los contenidos que subas desde cualquier acceso a internet. Ideal para usar fotos o documentos de texto desde el smartphone a la tablet, el portátil o el ordenador de sobremesa. También es ideal para usar documentos y poderlos compartir con tus alumnos o entre los compañeros de un centro, de un departamento o de un curso. Basta con tener una cuenta de correo electrónico y te ofrecerá acceso gratuito a un mínimo de dos gigas.

Moodle. Yo lo uso para casi todo aunque sólo como recurso para ofrecer materiales a los alumnos y realizar tareas ya es muy útil. Un sustituto ideal para aquellos que siguen dando «fotocopias de apoyo» a sus alumnos para completar los contenidos de sus clases.

Pero moodle es mucho más que un lugar para subir contenidos. Un curso de moodle permite realizar actividades a los alumnos de modo individual o en grupo. Puedes usar los foros para intercambio de información entre todos los usuarios y llevar una evaluación en la que la que los alumnos conocen al momento las notas y también una explicación de cómo se han aplicado los criterios de evaluación y calificación. Moodle permite la realización de cuestionarios muy variados con la ventaja de que el alumno conoce el resultado, sus respuestas erróneas y cuáles son las correctas para así repasar los contenidos que lleva peor.

Factoría del tutor. Un espacio en el que podrás encontrar gran cantidad de recursos de gestión para el aula desde la realización de la programación hasta la relación con los alumnos y las familias. Es un espacio en el que, tras registrarte, entras en un mundo que pretende hacer más fácil todo el proceso burocrático de nuestra labor docente. También es interesante su seguimiento por redes sociales.

Wikispaces. Ideal para que los alumnos realicen trabajos en grupo. Tienes un control absoluto de lo que hace cada uno de ellos de forma individual por lo que facilita mucho la calificación de la actividad. También lo suelo usar para que los alumnos elaboren sus propios apuntes de clase y que luego yo uso como referencia para los cuestionarios de evaluación.

Blogs educativos. Yo prefiero el uso de wordpress frente a los demás aunque también cumplen una función similar blogger y los espacios ofrecidos por las propias páginas de comunidades, centros de profesores, etc. Es la herramienta ideal para enlazar todo tipo de recursos on-line disponibles para los alumnos dentro y fuera del aula. Al mismo tiempo es perfecta para los club de lectura y toda actividad en la que el alumno deba hacer una reflexión sobre los contenidos para posteriormente publicarla y hacerla visible a los demás.

Idoceo. Se trata de una app para ipad que sirve como blog de notas de alumnos. Es mi último descubrimiento y hasta ahora se comporta estupendamente gracias a disponer de diferentes herramientas para el seguimiento de la actividad diaria de los alumnos. Dispone de diario de clase, horarios, control de faltas e incluso te permite realizar un mapa de la ubicación de los alumnos en el aula. Puedes incluir fotos y diversos datos que facilitan la comunicación con ellos y con las familias. También realiza medias como hoja de cálculo y se puede conectar con dropbox para hacer copias de seguridad. Tiene una apariencia agradable y su manipulación es muy intuitiva.

Estas son algunas de las herramientas que estoy afilando estos días previos al inicio de clase. Por supuesto que hay muchas más y probablemente mejores. Yo pretendo ofrecer aquellas que a mí me funcionan bien, que son muy simples y sencillas. Como complemento aconsejo estar al tanto de todo lo que va saliendo con alertas de correo y lectores como el google reader. El suscribirse a blogs como este mismo o otros temáticos también nos suele acercar a lo último que va saliendo y todo eso se complementa con un buen uso en redes sociales del tipo facebook o twitter (@bibliotescolar) o algunas específicas para docentes como educacontic. Dejo también para otra entrada el uso educativo de flickr, instagram, pinterest, delicius, flipboard, linkedin, vimeo, moby viddy, slideshare, youtube, etc.

Bibliotecas escolares en Chile, el CRA


En los próximos días voy a ir escribiendo entradas sobre algunos de los recursos y experiencias que he tenido la oportunidad de conocer al asistir al Congreso de OEI sobre las lenguas en la educación y la cultura y leer.es

Para comenzar os hablo de la experiencia que nos presentó Constanza Mekis, el proyecto de bibliotecas escolares chileno, un trabajo de más de 15 años en los que Chile ha pasado a ser una verdadera referencia en la materia. Su intervención formó parte de una mesa redonda que tenía como tema «Las Bibliotecas como espacios de acceso a la sociedad del conocimiento», en la que también estaba Mónica Baró e Inés Miret. Como podéis comprobar se trataba de un espacio que prometía mucho y que no defraudó en absoluto. Hoy no voy a hablar de las intervenciones de las restantes participantes aunque aconsejo que cuando estén disponibles en vídeo o en papel en la plataforma del curso y en las actas les echéis un vistazo. Deliciosa fue la intervención de Constanza en la que no faltó la ilusión, la energía, la alegría y el entusiasmo por su trabajo, algo que supo transmitirnos a todos los asistentes hasta hacernos cantar una versión del Yesterday y que nos emocionó con un fábula sobre los mediadores en las bibliotecas.

Este proyecto es el CRA y merece la pena navegar por sus páginas en las que puedes encontrar multitud de recursos de fomento de lectura y de organización sobre la biblioteca escolar. Son experiencias que se llevan adelante en Chile y que ya nos gustaría poder hacer algo parecido aquí. Una de las cosas que resaltó Constanza fue que este proyecto ha perdurado durante todos estos años independientemente de los gobiernos de distinto signo que se han sucedido allí. Temo que algo difícil para un país como el nuestro en el que cada comunidad autónoma trabaja por su cuenta sin mirar lo que hacen los demás y en con unos gobernantes que no ven las bibliotecas como un verdadero motor para el desarrollo de la educación en nuestros centros de enseñanza.

Os dejo aquí enlazados algunos de los recursos que podéis encontrar en este espacio:

Catálogo Adultos                                         Catalogo_2010c

    

También es muy interesante echar un vistazo a estos documentos sobre el programa lector CRA que colocaré en la parte de Biblioteca escolar de este blog.

La educación en Iberoamérica como lucha por la igualdad


Comienza ahora la segunda jornada del Congreso iberoamericano de las lenguas en la educación y la cultura y ya se han definido algunas de las líneas fundamentales de trabajo que se plantean. Yo resaltaría tres cuestiones principales que resaltan sobre las demás.
Por una parte está la necesidad de definir la identidad de la cultura iberoamericana como un elemento común con múltiples matices que enriquecen en conjunto. Frente al mundo globalizado que se nos impone en este inicio de milenio la cultura iberoamericana se caracteriza por haber realizado una conjunción sin exclusiones en las que tienen cabida las diferencias regionales tanto en culturas, lenguas, costumbres, etc. Iberoamérica es una suma de muchos que, sin embargo, nos identificamos por tener una base común que trasciende nuestras diferencias. Este modelo de ensamblaje se separa enormemente del anglosajón ya que en este último no caben las diferencias sino que la unión se realiza a través de la conquista y la eliminación de lo distinto. El modelo iberoamericano apuesta por la unión de los hablantes de lengua española y portuguesa pero también defiende las muchas lenguas que podemos encontrar tanto en la península como en América.
La segunda cuestión es la importancia de la educación como motor de desarrollo social y como elemento de lucha contra las desigualdades sociales. Vivimos en un mundo que diferencia a las personas ya no por sus posesiones sino por sus conocimientos y el acceso a la información. Los ciudadanos del mundo se dividen en alfabetizados y no alfabetizados, los que tienen acceso a la red y los que no, los que manejan los mecanismos de acceso a la información y los que no. El mundo se divide así entre los que tienen la posibilidad de alcanzar un mundo mejor porque tienen acceso a los recursos que mueven el mundo y los que se quedarán anclados en el pasado sin posibilidad de progreso. Este estancamiento cultural lleva a los ciudadanos a la pobreza, la exclusión social y a la falta de libertad. Para evitar todo eso surge como elemento corrector la educación. La apuesta de los estados por una educación de calidad es imprescindible si nuestra comunidad aspira a que sus ciudadanos sean más libres y, en definitiva, mejores. En estos tiempos de crisis los gobiernos deben tener la suficiente inteligencia para invertir más en educación porque esa es una apuesta segura hacia el futuro, algo que no parece estar en las agendas de los que nos gestionan.
El tercer punto es la variedad de instrumentos que tenemos a nuestro alcance gracias a las nuevas tecnologías. Si queremos hablar de comunicación y de lengua ya no podemos hacer referencia sólo a los libros. La lectura es un proceso por el que recibimos información pero hoy en día ya no es algo lineal sino hipertextual. La imagen, el sonido, la realidad virtual prueba nuestro mundo y enriquecen nuestra vida. En este congreso estamos escuchando hablar de literatura, de enseñanza de las lenguas, pero también de alfabetización informacional, de competencia digital, de hipertexto, de cine, de imagen gráfica.
En definitiva, nuestro papel como docentes debe ser el de hacer accesible a nuestros alumnos un mundo complejo tanto en contenidos como en recursos, un mundo en constante cambio en lo que lo importante no es cómo se llega a las ideas ni cómo se expresan sino la esencia misma de ellas. El docente aparece como el intermediario entre el alumno y la información para presentarla. El docente debe dotar a los alumnos de instrumentos que le permitan analizar, reelaborar y difundir esa información por sí mismos como instrumento para hacer frente a los problemas que se le presenten y que le permita crear una propia conciencia crítica sobre el mundo.
El futuro de toda la comunidad iberoamericana nos va en ello y, por extensión, del resto del mundo.

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Colaboración entre biblioteca escolar y municipal


Llevaba ya algún tiempo pensando escribir algo sobre este tema cuando recibí un correo de Eduardo Ares (La vida es cuento) preguntándome sobre el tema. Como te prometí allí voy a exponer lo poco que sé y lo que pienso al respecto.

Lo primero que conviene es aclarar las diferencias entre ambos conceptos. Bibliotecas ecolares y municipales son diferentes porque parten de principios distintos y porque tienen funciones distintas. Esto no quiere decir que no tengan puntos en común ni que no se pueda trabajar conjuntamente, más bien es todo lo contrario. Creo que ambas se pueden aportar muchas cosas mutuamente si se establece una verdadera colaboración y eso beneficiará en gran medida tanto a nuestros alumnos como al resto de la comunidad de la localidad en la que trabajamos.

Para hacer un buen plan de colaboración es imprescindible definir las funciones de cada una y establecer claramente los servicios que se atenderán por separado y en conjunto. Esa labor sólo es posible cuando existe una comunicación directa y de plena confianza entre el responsable de la biblioteca escolar y las personas que gestionan la biblioteca municipal.

La biblioteca municipal cumple una función social de acercamiento de materiales a todos los ciudadanos. Su función básica está en hacer accesible la información de todo tipo a todos los habitantes de un lugar en todo tipo de formatos. La acción social de la biblioteca municipal está establecida desde hace mucho tiempo y su carácter público le permite acceder a recursos y a medios inalcanzables de otro modo para los habitantes de cualquier pequeño rincón de nuestra geografía. En otras palabras, la biblioteca municipal iguala a todos los ciudadanos en su acceso a la información poniendo a su alcance todo aquello que por cuestiones geográficas o económicas no es accesible a una parte de la sociedad.

Las bibliotecas municipales llevan mucho tiempo realizando esa importante labor con profesionales altamente cualificados y en coordinación con otros como bibliotecas regionales o nacional que le permiten ofrecer servicios como el acceso a cualquier tipo de fondos de cualquier otra biblioteca pública. Queda claro que la función básica de la biblioteca municipal es hacer accesible la información en cualquier soporte y la labor de fomento de la lectura.

La diferencia fundamental con la biblioteca escolar es el matiz educativo de esta última. Una biblioteca escolar debe ser un centro de recurso educativos que ponga al alcance de profesores y alumnos instrumentos que faciliten su aprendizaje y que le enseñen a acceder a la información, manipularla y reelaborarla para difundirla. Mientras que una biblioteca municipal tiene como base el fomento de la lectura como placer y deleite la escolar tiene su base en la búsqueda y uso de la información.

Todo esto se ve reflejado en el número de documentos que suelen encontrarse en una y otra biblioteca de modo que en las primeras suelen predominar los materiales de lectura y ocio mientras que en los segundos deberían ser los documentos informativos los más abundantes.

El primer error que se suele cometer en las bibliotecas escolares suele ser el de intentar aplicar el modelo de biblioteca municipal a nuestra biblioteca escolar. Es frecuente encontrar bibliotecas escolares que realizan una gran labor de fomento de la lectura pero lo hacen olvidando la parte de formación de usuarios y de alfabetización. Además cuando se realiza esta labor de fomento de la lectura es frecuente que olvidemos precisamente acudir a aquellos que llevan muchos años de experiencia en este trabajo: las bibliotecas municipales.

Lo que defiendo no es que la biblioteca escolar no debe trabajar para el fomento de la lectura y como placer sino que esa no debe ser su función principal y que si vamos a desarrollar un plan lector realmente eficiente deberíamos aprovechar el trabajo ya realizado por las bibliotecas municipales.

En la línea opuesta está la cuestión de la alfabetización informacional. Cuando las bibliotecas municipales afrontan este tema y la formación de usuarios deberían tener en cuenta la experiencia de las bibliotecas escolares en labores pedagógicas y en instrumentos que permitan a los alumnos y demás lectores buscar información, seleccionarla y manipularla para hacerla útil a nuestros objetivos.

Conozco algunos casos de bibliotecas escolares que trabajan en colaboración con redes municipales de bibliotecas con resultado diverso. Es importante tener en cuenta los siguientes puntos.

Una biblioteca municipal suele tener mayores recursos económicos que la escolar, además tiene acceso a una gran cantidad de documentos de otras bibliotecas (regional, nacional, etc.) a los que nuestros alumnos podrán acceder de una forma sencilla si tenemos un programa de colaboración.

Normalmente los responsables de biblioteca no suelen ser especialistas en biblioteconomía y eso les dificulta mucho la labor de catalogación y de creación de nuestro OPAC. Una buena colaboración con la biblioteca municipal puede hacer que algún especialista nos ayude en esta cuestión acelerando el proceso y aplicando criterios profesionales desconocidos para el profesor responsable de la biblioteca.

Las bibliotecas municipales suelen estar en contacto con personas que se dedican profesionalmente al fomento de la lectura y suelen estar también en relación con escritores que pueden venir a presentar sus libros y trabajarlos. Esta colaboración puede hacer que unos y otros también puedan venir a nuestros centros a desarrollar esa labor con el consiguiente beneficio para nuestros alumnos y enriquecerá nuestra faceta de actividades.

Las bibliotecas municipales suelen disponer de espacios adecuados para realizar actividades de todo tipo y una colaboración estrecha nos permitirá usar todos esos recursos a los que no tendríamos acceso sólo con nuestro centro.

Las bibliotecas escolares suelen funcionar sólo en horario escolar y permanecen cerradas por las tardes. La colaboración con las bibliotecas municipales puede hacer que ampliemos nuestros horarios de atención a los alumnos con personal contratado por la administración lo que redundará en beneficio directo de nuestros alumnos que podrán disponer durante más horas de los servicios de nuestra biblioteca, algo imposible de alcanzar con horarios docentes.

Pero a cambio de todo eso la biblioteca escolar también tiene muchas cosas que ofrecer a la municipal, veamos algunas:

Las bibliotecas escolares suelen estar repartidas por todo el municipio lo que ofrece a la biblioteca municipal acceso a locales acondicionados perfectamente en barrios, pedanías y otras zonas más alejadas a las que sólo se podría acceder de modo muy precario mediante autobuses biblioteca. Disponer de todos estos locales permite a las bibliotecas municipales acceder a una gran cantidad de población en sus propios barrios y así descongestiona su propio espacio.

Un programa de colaboración con las bibliotecas escolares permite acceder a fondos muy específicos sobre las materias de estudio de los alumnos. Las bibliotecas de los departamentos didácticos y ciclos educativos han seleccionado durante años aquellos documentos más útiles tanto para la preparación de clases por parte de los profesores como para el aprendizaje de los alumnos. Frente a la gran cantidad de materiales que suele haber de forma dispersa en la biblioteca municipal los usuarios pueden acceder de una forma mucho más sencilla a información concreta y útil.

Las bibliotecas municipales podrán desarrollar actividades de formación de usuarios y de ALFIN contando con los especialistas de los centros educativos. Ellos pueden aportar materiales e instrumentos que usan habitualmente de las aulas y que pueden también ser aplicados para todos los usuarios de una biblioteca municipal. La colaboración puede llevar a que la biblioteca municipal organice cursos de alfabetización a personas mayores o a colectivos sociales más necesitados y para ello no tendrá que ir demasiado lejos ya que dispondrá de especialistas y de recursos en las bibliotecas escolares.

Las bibliotecas municipales accederán directamente a alumnos y padres sin necesidad de campañas de difusión de su trabajo. Unas simples jornadas de puertas abiertas por parte de la biblioteca municipal realizadas con la coordinación de las bibliotecas escolares puede hacer que cientos de niños y padres entren a la biblioteca y conozcan sus servicios y sus medios. Esta colaboración puede llevarles a la creación de una escuela de padres en colaboración con el centro educativo que permita seleccionar aquellos fondos más útiles para la educación de sus hijos en cuestiones relativas tanto a la escuela como a cualquier otra faceta de su actividad como padres.

En la misma línea, la colaboración puede hacer también que se establezcan programas de acompañamiento a alumnos y de técnicas de estudio. Los profesores podrán aportar la parte técnica más alejada de las funciones de la biblioteca municipal mientras que esta última podrá ponerles en contacto con especialistas o materiales inalcanzables para un centro escolar solo.

Como ya he dicho esta colaboración podrá permitir que nuestros alumnos disponga de la biblioteca escolar abierta en horario vespertino sin tener que desplazarse a la biblioteca municipal que se puede encontrar lejos del lugar en que vive el alumno.

Para una buena colaboración es imprescindible que nuestra biblioteca esté normalizada siguiendo los criterios de organización de cualquier biblioteca y para ello podemos servirnos del asesoramiento de los especialistas que trabajan en la biblioteca municipal. Por supuesto debe estar centralizado el control de usuarios de modo que sirva tanto para un servicio escolar como municipal y para ello será necesario usar un programa de gestión de fondos y usuarios común.

La elaboración del plan lector podremos realizarlo en colaboración con la biblioteca municipal intentando acceder a los recursos que ellos tienen tanto materiales como personales, frente a esto seremos nosotros los que aportemos recursos en la realización de actividades de formación y de alfabetización organizadas por la biblioteca municipal.

Por último, para un trabajo eficaz es imprescindible un plan consensuado y desarrollado por ambas partes en el que se valoren las cosas positivas pero también se tenga en cuenta aquellos aspectos que pueden suponer un problema, como el deterioro de materiales por el mayor uso. Los equipos directivos de los centros deben ser conscientes de que esa colaboración supondrá una pérdida de autonomía y una adaptación a los sistemas de organización de la biblioteca municipal a cambio del acceso a fondos y recursos mucho mayores a los que un centro escolar puede llegar normalmente.

Como en todo la colaboración aportando lo mejor de cada aspecto será la clave para que un recurso como la biblioteca escolar pueda ser usado de un modo mucho más eficiente por toda la comunidad y, principalmente, por nuestros alumnos. Debería ser obligatorio que nuestros centros escolares ofrecieran en horarios vespertinos las instalaciones para disfrute de toda la comunidad ya que son bienes públicos, en lugar de permanecer cerrados e infrautilizados. Eso sí, a cambio las administraciones deberán tener en cuenta el mayor deterioro en las instalaciones escolares que estos planes conllevan para dotarlas de recursos económicos suficientes para repararlos.

El papel de la administración en el desarrollo de las bibliotecas escolares


Surge este post después de la lectura de la entrada del Plan de lectura y bibliotecas escolares en red de Albacete, sobre la situación de presente y futuro en esa comunidad.

Mi contacto con bastantes bibliotecas escolares de Murcia y de Andalucía (sobre todo Almería) me lleva a considerar que la situación que se describe para Castilla-La Mancha no es muy diferente de la del resto de España. Dos son los problemas que, a mi modo de ver, nos mantienen en esa situación y sobre los que escribo aquí.

Somos conscientes de la importancia de las bibliotecas escolares y el papel que deben jugar en la dinamización en la escuela para crear un nuevo modo de enseñar. Son muchos los autores que hablan de esa evolución desde la biblioteca tradicional como centro de lectura y depósito de información hasta la nueva biblioteca 2.0 integrada en el proceso de enseñanza-aprendizaje como verdadero centro intregrado de recursos (BECREA). Ese concepto educativo es el que da verdadero valor al concepto de escolar en la biblioteca y lo que la diferencia del resto de bibliotecas públicas a disposición de todos.

Si lo tenemos tan claro y sabemos de la mejora que supondría en nuestros centros educativos una biblioteca escolar así ¿Por qué nuestras bibliotecas escolares siguen sin alcanzar esa evolución?

Para mí el problema se centra en el papel que juega en todo esto la administración pública, tanto el estado como las comunidades autónomas. Sin un estado capaz de realizar un plan general de bibliotecas con las que coordinar el trabajo de todas las comunidades autónomas y en el que se aprovechen los avances parciales que se producen en unas comunidades para extenderlo a las demás, no lograremos que las bibliotecas escolares acaben siendo lo que deberían. Mientras en España las competencias educativas sigan dependiendo exclusivamente de las CCAA cada una seguirá dando palos de ciego repitiendo errores. Esto no quiere decir que no sea positiva la descentralización de la gestión educativa, lo que impide su eficiencia es el que no exista un estado capaz de establecer unos mínimos comunes en planes que afectan a todos los ciudadanos, independientemente del territorio en el que vivan y que garanticen unos mismos derechos y servicios para todos.

Sólo un país con un concepto de estado capaz de establecer unos mínimos comunes para todos será capaz de generar un plan de desarrollo de las bibliotecas escolares que les permita llegar a ser lo que aquello que nuestros centros educativos necesitan. En España seguimos pensando que son los territorios los que tienen derechos en lugar de los ciudadanos. Y esto sería extensible hasta hacerlo desde una política europea.

Pero aunque este problema lo solucionáramos aún nos quedaría por resolver el más importante. Por mucho que tengamos una administración capaz de coordinar un plan nacional de bibliotecas, sin una inversión en recursos materiales y humanos verdaderamente importante y eficiente no lograremos nada.

Invertir en educación es invertir en futuro, mucho más en momentos de crisis como el actual. De todas las inversiones la más rentable, sin duda alguna, es aquella que permita hacer las bibliotecas escolares auténticas gestoras de los recursos educativos de un centro escolar.

Un plan de bibliotecas escolares deberá dotar a los equipos de bibliotecas de presupuesto para actualizar sus fondos y modernizar sus medios digitales (ordenadores, wifi, soportes de libros digitales, etc), pero deberá, sobre todo, disponer de equipos de profesores capaces de dinamizar la biblioteca, generar recursos educativos y fomentar la lectura. Para conseguir que el profesorado aproveche al máximo las potencialidades de nuestras bibliotecas es imprescindible invertir en formación. No podemos seguir pidiendo a los docentes que den sus clases, corrijan sus exámenes, preparen sus materiales y, a la vez, dedique parte de su tiempo y su dinero en auto-formarse sin ningún tipo de incentivo ni económico ni profesional.

No podemos pretender que las bibliotecas escolares avancen sin profesores que tengan suficiente horario lectivo para dedicar a la organización de la biblioteca, a la creación de recursos educativos y  atención al resto de la comunidad educativa. Las bibliotecas escolares necesitan equipos docentes con dedicación plena a su labor para que ofrezcan recursos al resto de la comunidad educativa.

Hasta ahora el desarrollo de las bibliotecas escolares se ha producido gracias a un puñado de profesionales que hemos dedicado un enorme esfuerzo extra a formarnos, convencernos y convencer a nuestros compañeros de la necesidad de este cambio. Es ya la hora de que sea la administración la que tome el relevo creando planes de formación y generando recursos que extiendan a todo el profesorado la labor del nuevo profesor.

Los profesores nos enfrentamos al reto de educar ciudadanos que utilizan la tecnología de modo natural. Tenemos que ser capaces de motivarlos en un entorno educativo muy poco atractivo a priori para ellos y todo eso desde la diversidad. El papel dinamizador y orientador del docente ante este nuevo alumno sólo será posible si contamos con recursos educativos y medios. En este punto es en el que las bibliotecas escolares pueden ofrecer una gran ayuda. Los que apuesten por este modelo educativo acabarán triunfando, los que pierdan este carro están abocados al fracaso.

Nuestro gran reto es el de enseñarles para que puedan solucionar problemas que todavía no se han creado. Tenemos que hacerlos capaces de modelar su propio proceso de aprendizaje y mejorar su capacidad de organizar y utilizar una información muy variada en contenidos y en fuentes.

Moodle como herramienta de evaluar competencias.


Dos son los problemas con los que los profesores solemos encontrarnos en el proceso de evaluación: diseñar actividades que permitan valorar capacidades adquiridas, además de la simple constatación de asimilación de contenidos y, por otra parte, que esas herramientas sean objetivas y medibles.

Está claro que el concepto tradicional de evaluar contenidos mediante un cuestionario del tipo que sea o por la elaboración de un texto en el que aparezcan reflejado lo que se trabaja no tiene sentido en el concepto de escuela 2.0 en el que estamos inmersos. Esto no quiere decir que no sea importante que los alumnos memoricen parte de los contenidos fundamentales, sobre todo aquellos que hacen referencia a principios y que agilizan nuestra capacidad mental. Lo que defiendo es que esa debe ser sólo una parte de la evaluación y debe estar perfectamente integrada en la comprobación de que los alumnos aprenden también a manejar correctamente los instrumentos que se ponen a su alcance para obtener esos conocimientos.

El profesor como fuente única de conocimiento junto al libro de texto hoy en día queda superado por un mundo en el que lo que sobra es información y en el que lo verdaderamente importante es saber encontrarla, manipularla y transmitirla.

En el diseño de nuestra evaluación hemos de tener en cuenta el grado de competencia informacional adquirido por el alumno y la manera de aprender entendido como finalidad y no como mero instrumento. Ambos pilares, junto a los contenidos en sí, deben ser las tres patas de la mesa que impidan que cojee nuestro proceso de evaluación.

Moodle es un instrumento que nos propone diferentes modos de evaluación y que, completado con wikis, portafolios digitales y aporte de contenidos en un blog pueden darnos una variedad mucho mayor y atender de una forma individualizada a los intereses y capacidades de cada uno de nuestros alumnos.

Para una documentación teórica sobre el proceso os dejo abajo algunos enlaces que pueden resultar interesantes. Yo me voy a dedicar, en esta entrada, a las cuestiones prácticas.

La base de todo está en que conectemos los criterios de evaluación con las competencias: se trata de diseñar actividades en las que los alumnos tengan que enfrentarse a problemas diversos y complejos utilizando los diversos instrumentos que se ponen a su disposición. Moodle ofrece tanto la variedad de instrumentos necesaria como un sistema capaz de monitorizar todo lo que el alumno hace y cómo.

El proceso puede comenzar proponiendo a los alumnos un tema, unos enlaces principales a páginas que aporten los contenidos básicos que vamos a trabajar y unos instrumentos con los que elaborar el resultado. Yo suelo utilizar las wikis para esa labor de recopilación de información ya que permite saber qué aporta cada alumno al proceso al mismo tiempo que les permite a ellos trabajar de modo colaborativo autoevaluando su trabajo en comparación al que realizan sus compañeros. Para elaborar los contenidos los alumnos pueden usar openoffice y gimp. Aunque también pueden usar las herramientas de google. Podemos utilizar en moodle una base de datos con enlaces interesantes que vayan encontrando para su posterior valoración.

Estos contenidos que aportan y elaboran los propios alumnos serán la base de un cuestionario posterior en el que evaluarlos. Suelo preparar un cuestionario previo en el que estén incorporados todos los contenidos básicos de la unidad para que ellos lo trabajen al inicio y sirva de pre-evaluación. Cuando completan este proceso vuelvo a poner el cuestionario abierto para que ellos puedan repetirlo todas las veces que quieran y para que les sirva de guía de búsqueda de los contenidos fundamentales que pretendemos que el alumno trabaje.

El alumno comienza a recopilar la información mediante un proyecto que puede elaborarse a través de una webquest. Un cuestionario final que incluya el primero así como los contenidos aportados en todo el proceso por los propios alumnos puede servir para completar todo el trabajo y valorar la evolución en la resolución de la tarea desde el principio hasta el final. El trabajo elaborado puede incluir la preparación de un blog en el que ir subiendo todo el material elaborado y completarlo con un álbum de imágenes en flickr, youtube o algún otro similar.

La comunicación entre alumnos y con el profesor se realizará preferentemente en los propios foros del curso de moodle aunque también podemos incluir twitter. En este último caso es una buena opción insertarlo en nuestro blog para que los alumnos puedan leer todas las interacciones tras la creación de un hashtag.

A los alumnos se les puede pedir que suban parte del trabajo a moodle con una tarea de subida de archivos simple o avanzada, pueden trabajar también  con google sites como portafolios digital.

Para la evaluación de todos estos instrumentos yo suelo usar la opción satisfactorio/no satisfactorio/supera lo esperado y podemos incluir actividades offline en las que podemos valorar la participación, la asistencia, la predisposición, la calidad de la presentación y todos los elementos que consideremos que aportan valor a nuestra evaluación.

La ventaja que presenta moodle es que junto a esa valoración numérica o cualitativa podemos añadir todos los comentarios aclaratorios que se consideren precisos sobre los criterios que hemos usado para llegar a esa valoración de un aspecto concreto. Las tablas de calificaciones globales y la visualización de la actividad de cada alumno nos facilita la tarea de la evaluación global.

También podemos agregar la creación de una línea de comentarios en el foro para que los alumnos realicen la autoevaluación y, sobre todo, la co-evaluación. Yo también suelo elaborar alguna pequeña encuesta sobre todo el proceso y sobre la evaluación de la actividad en sí. Todo esto es también fácilmente evaluable en moodle.

El resultado final será el que podamos disponer de una gran cantidad de instrumentos que se adapten perfectamente a los criterios que hemos diseñado, enlazados con las competencias básicas y que también atiendan a la diversidad de los alumnos.

www.lascompetenciasbasicas.es

Las competencias básicas en la ESO

Educar en competencias. Centro de profesores de Córdoba

Ejemplos de tareas para evaluar competencias

Para verlo pincha aquí o sobre la imagen

La web semántica o web 3.0


Leyendo el blog de Luis Urdampilleta traigo a este espacio una breve reflexión sobre los siguientes pasos a los que nos dirigimos en esto del mundo de la comunicación absoluta.

Mientras muchos estamos todavía familiarizando con lo que representa la web 2.0 con el manejo de redes sociales y la interacción de personas y materiales, mientras la mayoría sigue usando la red como 1.0, es decir, internet como simple escaparate en el que hay cosas colgadas para leer…, mientras todo eso pasa nos adentramos sin pausa en la web 3.0 o web semántica.

Para los no iniciados diremos que la web 1.0 representa internet en estado puro, el sencillo, el que ya utilizamos todos y consiste en que  un montón de espacios con información al que somos capaces de tener acceso o en el que los más avezados se atreven incluso a generar contenidos. La web 1.0 se caracteriza por ser de lectura y, como mucho, de escritura. Se trata de la colocación de contenidos para su lectura y utilización pero el lector no puede interactuar con la información. El ejemplo de este modelo son las páginas web que pueblan la red.

En el paso a la web 2.0 nos introducimos en esa intereacción entre el usuario y la información. Ya no es suficiente con buscarla sino que también somos capaces de «conversar» con ella. La información no es algo fijo y estático que está colocado en un servidor sino que nosotros podemos aportar cosas, añadir información que complemente y enriquezca lo que estamos viendo. El mundo 2.0 es el de twitter, el de los blogs o facebook. Se inicia con la aparición de los foros en los que se pasa del simple intercambio de información para la resolución de problemas a una verdadera comunicación on-line. Es el mundo de los podcast, de las wikis y su gran referente, la wikipedia en el que la información se genera de manera social.

La aparición de la web 2.0 está propiciada con la utilización de tabletas y smartphones mediante la universalización de la wifi y el 3G. El poder disponer de conexión desde cualquier lugar y con cualquier aparato nos hace estar conectados todo el tiempo y poder acceder a la información y la comunicación con todos de un modo inmediato.

Pero la gran virtud de este proceso supone también su gran problema. Tener acceso a la información de una forma tan cómoda y sencilla ha supuesto una sobreexposición a dicha información. El estar disponible un mayor número de contenidos no significa que estemos más informados. Vivimos en la sociedad con mayor acceso a la información pero no estamos en la sociedad más informada.

El acceso a la información no garantiza, per se, un mejor conocimiento. Esta es la base de la competencia informacional y supone algo imprescindible para los docentes que tratamos de educar a nuestros alumnos en lo que supone la localización, el procesamiento y la utilización de esa información en la resolución de sus problemas académicos, lo que les supondrá ser capaces después de enfrentarse a todo lo demás.

Ante esta dificultad la web sigue adelante y sube el siguiente escalón: la web 3.0 o web semántica. Se trata de añadir a la información metadatos que pongan en valor la propia información y los hagan pertinentes. Esos metadatos son información sobre la información y lo que hacen es que la red piense en humano por nosotros.

Ya no nos importa dónde está localizada la información física o virtualmente ni desde qué dispositivo accedamos a ella. Se trata de generar buscadores inteligentes que localicen la información precisa que buscamos y que integre no sólo la misma información sino también quién la buscó, cuando, en qué términos, si fue compartida en las redes, etc.

Se trata de una web semántica porque integra mayor cantidad de contenidos y mucho más complejos. Para poder gestionar todo esto las empresas comienzan a utilizar buscadores que son capaces de moverse con soltura en la web 1.0 tanto como en la 2.0 para incorporar a la información el uso que le han dado los que se han servido de ella. Hace una web más fácil y útil, más cercana al pensamiento humano real en el que seguimos el rastro de la información y de su uso para cuando otro usuario necesite utilizarla.

No debe cundir el desánimo ni tampoco debemos obsesionarnos por ir «al día» en toda esta sinfonía de apariencia desafinada. La web debe ir adaptándose a nosotros y aportando recursos de software que nos faciliten el trabajo sin necesidad de invertir demasiado tiempo en aprender cosas nuevas. También es importante tener en cuenta que muchos recursos de los que vamos aprendiendo e incorporando a nuestro trabajo siguen siendo útiles y lo seguirán siendo por mucho que la red avance más allá de lo que nosotros podemos ver. Pensemos que hace unos años éramos muchos los que despreciábamos un ordenador, nos reíamos de quien se compraba un portátil o nos confesábamos como militantes de la religión anti-móvil cuando hoy nos parecen instrumentos tan cotidianos como la batidora o la vitrocerámica.

La generalización de estos buscadores facilitará enormemente nuestra labor docente pero debemos seguir esforzándonos por adaptarnos a lo que se nos viene encima cada día. Nuestro trabajo de asimilación de lo nuevo no puede detenerse por mucho vértigo que nos provoque porque nos enfrentamos como inmigrantes digitales a este reto frente a nuestros alumnos que son nativos digitales, nacieron en un mundo así.